
Él roba rosas por jardines de su barrio. La siesta es cómplice total y siempre hay alguien que lo ve, ríe sin querer volviéndose en el tiempo. Ella deshoja margaritas en su cuarto. Anoche lo trató tan mal y siempre Él vuelve a aparecer con ese "no sé qué" que la deja sin aliento. En sus brazos por primera vez... Un beso y es el infinito. No hay quien los pueda separar y alguna tarde hay algo más... Una magia sensual que corre por los cuerpos; Él busca formas de decirle que la ama. No sabe por dónde empezar, le lee poemas sin parar. Se quiere asegurar de que Ella siente lo mismo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario