Él roba rosas por jardines de su barrio. La siesta es cómplice total y siempre hay alguien que lo ve, ríe sin querer volviéndose en el tiempo. Ella deshoja margaritas en su cuarto. Anoche lo trató tan mal y siempre Él vuelve a aparecer con ese "no sé qué" que la deja sin aliento. En sus brazos por primera vez... Un beso y es el infinito. No hay quien los pueda separar y alguna tarde hay algo más... Una magia sensual que corre por los cuerpos; Él busca formas de decirle que la ama. No sabe por dónde empezar, le lee poemas sin parar. Se quiere asegurar de que Ella siente lo mismo...
martes, 28 de julio de 2009
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